viernes, 14 de agosto de 2009

ESTRATEGIAS PARA ROMPER EL HIELO

¿Que son Estrategias para Romper el Hielo?

Son un conjunto de tácticas, modos o procedimientos destinados a propiciar un clima adecuado para el desarrollo de un encuentro swinger, especialmente cuando se trata de un grupo reducido de participantes (hasta 4 o 5 parejas).

Etapas de Participación
Primer Nivel.
En un primer nivel de desarrollo los participantes se dan a la tarea de disolver el miedo consiente o inconsciente a “tocar y ser tocado”. Aquí empiezan los abrazos, tocamientos, tímidas exploraciones, besos y besitos, por medio de los cuales se empieza a “calentar” el ambiente.
Segundo Nivel.
En un segundo nivel de desarrollo las caricias y tocamientos se hacen cada vez más abiertos y espontáneos. Los “jueguitos” contenidos en este nivel van consiguiendo que minifaldas, botones y cremalleras, paulatinamente vayan liberando áreas de cubrimiento. Pulgadas tras pulgadas la piel de unos y otros muestra niveles cada vez mas excitantes. El “topless” es una característica simbólica de este nivel.
Tercer Nivel.
En un tercer nivel de desarrollo, se suele llegar a un clima más cálido de participación. La pación estalla, el ardor propicia caricias de todo género, cada vez más atrevidas y audaces. Aquí, CUALQUIER COSA puede suceder, incluso los primeros INTERCAMBIOS.
En esta primera entrega suministraremos algunas estrategias en cada nivel. En próximas ocasiones iremos incrementando el contenido.
El autor se encuentra disponible para aclarar dudas y presentar espacios de participación de manera personal.
Cualquier inquietud dirigirse a Carlomarioxy@hotmail.com

Juegos de Primer Nivel

INTRODUCCIÓN: Los juegos que a continuación se insinúan guardan su especial encanto en la condición que los compañeros de juego (él y ella), correspondan a personas pertenecientes a distintas parejas. El grupo elegirá el modo de seleccionar a quienes se enfrentan en cada acción.
En la intimidad del hogar, él y ella podrán encontrar en estas prácticas un manantial que refresque su relación. Un despertar del ardor pasional y un reencuentro con el amor.

“Pequeña y Mediana cruz”
Avance sobre la región abdominal. Describa una pequeña cruz de besitos: milímetros arriba, a la izquierda y a la derecha del ombligo. Repita esta pequeña cruz tres veces.
Ahora:
Trace una línea de besos, desde el punto comúnmente denominado “boca del estomago”, en imaginaria vertical hacia abajo, hasta donde comienza la vellosidad del pubis. Luego a nivel de la cintura, de izquierda a derecha, pasando por el ombligo (¡cuidado!: hay señoras que no resisten un beso al interior del ombligo), cerrando así una imaginaria cruz sobre la región abdominal.

“Juego de Prendas”
El grupo (recuérdese que sugerimos no más de cinco parejas), sortea con barajas o con dados un “triunfador” y un “perdedor” o “perdedora”. El perdedor o perdedora retira de su cuerpo una prenda de vestir.
El triunfador o triunfadora solicita ser complacido o complacida con un deseo. El encanto de este juego consiste en que se busque realizarlo con personas pertenecientes a parejas distintas de la propia. (No se asombre si una dama triunfadora elige realizar su deseo o fantasía con otra dama. Es usual que un caballero triunfador lo haga con una dama que, de antemano, ha llamado su atención por su belleza y encanto especial).

“Abrazo del Oso, Estilo Swinger”
La versión tradicional del abrazo del oso, se ha utilizado durante considerable tiempo en sesiones de abrazo terapia. Consiste en abrazarse, de modo que el hombre usualmente de mayor estatura, abraza a la mujer por encima de sus hombros, mientras que ella se abraza al tronco de él, mientras las mejillas se juntan.
En la Versión Swinger, el abrazo se inicia como explicamos arriba, con la diferencia que la dama desabotona la camisa del varón, mientras que este descorre hacia arriba la blusa de ella, buscando que durante el abrazo, las manos de él entren en contacto directo con la piel de la espalda de ella; mientras que ella se abraza al torso previamente destapado de él.
Ahora, las mejillas se juntan en el más absoluto silencio. Es curioso, pero en la práctica, la corriente emocional que se genera en los abrazantes resulta de tal intensidad, que muy rara vez este abrazo swinger dure más de diez segundos. Recordemos que lo ideal en este tipo de abrazo es que él y ella pertenezcan a parejas diferentes.

“Juguemos al Doctor”
El afortunado ordena a su eventual compañera de juego, que se tienda boca arriba sobre una cama o sofá y descubra una parte de su cuerpo.
Generalmente los señores eligen la región abdominal o el busto. De inmediato procede una deliciosa palpación que generalmente no dura más de tres minutos.

Juegos de segundo nivel

INTRODUCCIÓN: Los juegos que a continuación se insinúan guardan su especial encanto en la condición que los compañeros de juego (él y ella), correspondan a personas pertenecientes a distintas parejas. El grupo elegirá el modo de seleccionar a quienes se enfrentan en cada acción.
En la intimidad del hogar, él y ella podrán encontrar en estas prácticas un manantial que refresque su relación. Un despertar del ardor pasional y un reencuentro con el amor.

Abrazo del Oso, Estilo Swinger II
Es lo mismo que el abrazo del oso, que aparece en el 1er. Nivel, con la diferencia de estar él y ella con sus torsos totalmente desnudos. En el inicio se requiere que las manos de ella destapen el torso del hombre. De inmediato las manos de el destapan totalmente el torso de ella.
Luego, el abrazo, tomándola él a ella por encima de sus hombros mientras que ella se abraza al cuerpo de él. Mejilla con mejilla en silencio. Las manos acariciadoras ruedan por las espaldas.

“Besitos Juguetones”
Ella se encuentra sentada. El se arrodilla junto a ella, en cálido homenaje a la diosa del amor. Las manos de el comienzan a explorar la cintura de ella, para lo cual tendrá que desabotonar botones de falda o pantalón. Acariciara suavemente su ombligo, las manos inquietas subirán hasta destapar los senos, mientras los sedientos labios beberán de los pezones las dichas del placer.

“Eva Ataca”
El juego que a continuación se presenta, ha sido diseñado para mujeres audaces, seguras de sí mismas: Comienza, él sentado, ella de pié, a dos pasos de distancia, frente a frente.
Ella mirando a los ojos del homenajeado, empieza a despojarse de las prendas de vestir que cubren su busto: Primero la blusa, que resbala hasta el piso; Luego las tiras del brasier se deslizan hasta mostrar los hombros desnudos.
Luego se da vuelta para que se pueda ver cómo sus manos sueltan los broches. Esta sugestiva maniobra busca enardecer más aún los ánimos del observador.
Recobra su posición inicial frente a frente y por medio minuto, se deja contemplar al mismo tiempo que persiste la palpitante amenaza de los bellos pitones. Los lentos segundos se acompañan con movimientos suaves de danzarina; acto seguido se acerca lenta, muy lentamente, al hombre que la mira extasiado; hasta que la inminente amenaza de los pitones penetran uno primero, otro después, los labios masculinos.
Este juego se hace muy oportuno cuando en una reunión de grupo una de las damas ha puesto sus ojos de manera muy especial sobre uno de los galanes presentes.
Es también una manera bastante prometedora, como dos esposos pueden terminar la noche, luego de una agradable velada.

Juegos de Tercer Nivel

INTRODUCCIÓN: Los juegos que a continuación se insinúan guardan su especial encanto en la condición que los compañeros de juego (él y ella), correspondan a personas pertenecientes a distintas parejas. El grupo elegirá el modo de seleccionar a quienes se enfrentan en cada acción.
En la intimidad del hogar, él y ella podrán encontrar en estas prácticas un manantial que refresque su relación. Un despertar del ardor pasional y un reencuentro con el amor.

“Amacizados”
Desnudos o bastante ligeros de ropa, él y ella, unidos en estrecho abrazo, danzan al compas de sensual melodía.
Este juego dura lo que dura una canción.

“Gran y”
La imaginaria línea que sus labios describen sobre el cuerpo de la mujer, que es objeto de sus caricias, empiezan en el bajo vientre y comienza a subir con estudiada lentitud por la parte media del abdomen, pasando por el ombligo.
Si lo prefiere, deténgase unos instantes ahí, atrévase a introducir la punta de la lengua en esta parte del cuerpo (algunas mujeres lo tolera, otras no), también puede verter un poco de licor en esta preciosa oquedad, esta maniobra aportará una buena dosis de sensualidad a todo el ejercicio.
Continúe, siempre usando sus labios, abdomen arriba y cuando llegue al tórax desvíese con la intención de buscar, primero a un lado, luego al otro lado, las puntas de los senos. Deténgase ahí todo el tiempo que quiera, jugando y jugando con exquisita sensualidad. La dama favorecida lo premiará, un poco más tarde o un poco más temprano.

“Alfil por Dama”
Dos hombres se disputan los favores de alucinante diosa terrenal. Los tres, de pié totalmente desnudos. Ella apoyada contra una pared, expone su cuerpo a las cálidas caricias que le prodigan sus galanes, mientras devuelve placer por placer, estimulando con sus manos los órganos viriles, hasta cuando uno de los dos eyacula. El otro, que ha permanecido firme e invencible, coronara la acción realizando la copula con la bella dama.

“Cara a Cara”
El y ella, completamente desnudos, sentados frente a frente, cara a cara, mano a mano. Los dos se miran fijamente y se acarician. Primero el rostro: mejillas, orejas, cabellos, frente, nariz, hasta encontrar los labios y detenerse en ellos un instante más, suaves y dulces caricias. Con amor de un instante pero con amor.

Siguen las caricias resbalando por el cuello y los hombros hasta llegar a los pechos. Resulta más excitante aun detenerse en esa parte de la humanidad. El encuentra dos estupendas formas, tal vez las más sensuales del cuerpo femenino. Ella se topa con pectorales masculinos quizás bien desarrollados y un par de tetillas, cuya estimulación él agradecerá.
Las caricias resbalan ahora hacia la cintura de cada quien. Buscan la región abdominal. Largos segundos de palpación y sensaciones. Más abajo la región púbica. Un poco más abajo, los genitales. El tiempo se detiene ahí, es como si él y ella estuvieran solos en un recinto serrado, como si nadie estuviera mirando. Ahí cualquier cosa podría suceder: Una descarga física o emocional. Un instante de máxima excitación.
Las caricias terminan en los muslos. Caricias agradecidas que van desde las rodillas hasta las caderas.
 
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